"Solo me faltan 3 asignaturas para acabar la carrera", apunta con orgullo Oriol Martínez, alumno de ingeniería química en la Universidad Autónoma de Barcelona. Este título universitario le abre un mundo de posibilidades, y a Oriol de ideas y proyectos de futuro no le faltan. "Quiero hacer un máster y especializarme en ingeniería biología y medioambiental, tengo un proyecto de Start Up en marcha, y me gustaría, durante una temporada, marcharme al extranjero para conocer otras culturas y formas de hacer", relata .

Oriol afirma conocer muy bien sus capacidades, y remarca que nunca dudó lo que podía sacarse el bachillerato con buenas notas e ir a la universidad. Sin embargo, en segundo de bachillerato no se planteaba ir a la universidad. "En mi casa no estábamos pasando por un buen momento económico y matricularme sin saber si me darían la beca del Estado era un compromiso que no podía asumir", explica.

Después de una charla de la Fundación BarcelonActua sobre las Becas U-BAC en su instituto, Galileo Galilei de Nou Barris, Oriol pensó que quizás sí había alguna posibilidad. "Sentí esperanza", apunta Oriol mientras recalca que si la Fundación creía que podía optar a una beca, no perdía nada intentándolo.

Semanas después, Oriol recibió un correo en su bandeja de entrada. Era una carta donde le informaban del estado de su candidatura. "La leí y empecé a gritar para decirle a mi madre que me habían dado la beca U-BAC", explica emocionado Oriol. Su madre estaba muy contenta y, mientras celebraban la buena noticia, le recordó que se la habían dado porque se la merecía, y que no tenía ninguna duda de que su padre estaría orgulloso de él.

La beca U-BAC cubre la matrícula de los 4 años de universidad, el transporte, el material didáctico, clases de inglés y ofrece un mentor a los estudiantes para que puedan tener un acompañamiento. "Esta beca es lo que me ha permitido hacer lo que realmente quiero con mi vida, sin que mis recursos me condicionaran.", admite Oriol. Tiene claro y defiende que nadie debería dejar de plantearse ningún camino para no tener los recursos.

Ahora, a pocos meses de graduarse, habla de su experiencia universitaria con una sonrisa de satisfacción y orgullo. "Que nadie tenga miedo a estudiar porque no sólo es una experiencia académica sino también nos regala muchas cosas a nivel personal", remarca mientras agradece que haya personas y organizaciones que trabajen para que las personas en situación de desigualdad puedan disfrutar de recursos como estos .