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Landing

“Conocí a mis referentes, Josep Maria y Lidia, en la frontera de Francia”, explica Shedrack, alumno del programa Landing. Cruzaba andando para intentar llegar al pueblo de un conocido que creía poder ayudarle en su búsqueda de trabajo, cuando Josep Maria y Lidia le vieron. “Me preguntaron si me encontraba bien y me dieron su numero de teléfono por si volvía a España y necesitaba ayuda”, explica Shedrack. Él les aseguró que estaba bien y siguió su camino. Pero cuando las autoridades francesas le obligaron a volver a España y llegó a Barcelona sin conocer a nadie, recupero el número de teléfono que le habían dado y les contactó.

“Lo primero que hicieron fue buscarme un sitio para poder dormir”, explica Shedrack. Después, Josep Maria y Lidia, voluntarios de la Fundación, le llevaron a BarcelonActua.  “Empecé con lo más importante para poder buscar trabajo, las clases de idioma”, relata.

Shedrack asiste a la actividad de inmersión lingüística tres veces por semana, y también participa en los encuentros BACuinetes. “Las actividades de cocina me ayudan a seguir practicando el idioma, a conocer la cultura y gastronomía de aquí y, al mismo tiempo, me permiten conocer a gente nueva, y ampliar mi red de apoyo en Barcelona.”, recalca Shedrack.

El proceso de aterrizaje de Shedrack ya había empezado, pero todavía se debía tramitar su solicitud de asilo. “La Fundación nos aconsejó qué hacer y nos está haciendo un muy buen acompañamiento, tanto a mí como a mis referentes”, admite Shedrack.

Shedrack es de origen nigeriano, y tuvo que huir por un fundado temor de persecución. “Mataron a mi hermana, y mi padre me dijo que debía marchar porque si me pasaba algo nadie podría proveer para la familia”, relata. Así, Shedrack empezó un largo camino repleto de violencias que le llevó hasta Barcelona. “Sigo esperando la respuesta final a mi solicitud de asilo”, remarca Shedrack. Ahora, no teniendo aún una resolución definitiva, legalmente podría acceder a un contrato de trabajo. Sin embargo, en la práctica, el miedo y desconocimiento de las empresas le niegan esa posibilidad.
 
Shedrack sigue estudiando castellano, y tan pronto su situación lo permita, entrará en el itinerario de ocupabilidad. “Seré realmente feliz si gracias a este itinerario, por fin, puedo encontrar un trabajo y proveer para mi familia”, afirma. Y repite una y otra vez que ahora, su vida está aquí en Barcelona, y que su mayor deseo es poder trabajar para ayudar a todos aquellos que le han ayudado a él, y a todos los que lo necesiten. “Mi familia catalana, Josep Maria y Lidia, han hecho todo lo posible y más por ayudarme, y lo siguen haciendo. Por eso, ahora yo quiero ayudarles a ellos, y a todos los que lo necesiten.”, repite Shedrack

Shedrack